sábado, 11 de agosto de 2007

Quiero una base maciza del mismo color


Las horas transcurren en un mantel que tu creaste. Era tan fucsia, tan naranja y rojo. Anoche entendí que tengo que cambiarlo y decírtelo...la mesa se verá mas limpia. Se decoloraron los matices y mis codos no sienten la suavidad que me hacia permanecer en esa posición por minutos incontables, mirándote y tomando lo que a ti te gusta y lo que yo no pruebo....

Te paraste varias veces para invitarme al sillón rojo. Me gustaba mas que la mesa pero en otra parte, en otra mesa yo no hubiera advertido los matices que me hicieron quedarme allí y que al final vi desaparecer... el decurso de las cosas.

Lo voy a quitar, te repito. Hay que pintar la mesa. La madera puede tolerar por mas tiempo los colores que ya no veo... la tela no lo soporto.

Mas que un colapso repetido


Encerrada en el mismo lugar pero con ideas ilimitadas, se deshizo una vez más pero en colores verdes. Cerró los ojos y se quedo quieta solo un momento para aprender a respirar, para no emitir ruidos, para no vomitar después de sentir que lo que más quiere se hace ajeno a su mundo -a su propio mundo-. El vacio entorpece todo. La pesadez nos lleva de nuevo al vacio. Lleva su dedo índice a la boca...el silencio le enseña imágenes vivas -furtivas, silenciadas, bendecidas y malditas-. Aprende a estar viva... este desgaste la hace imaginar que tal vez todo es real y mas pesado de lo que creía, pero entiende que la vida es sueño y que los sueños son necesarios para despertar de vez en vez de las ficciones y asumir lo que la hace memorizar una sonrisa, anhelar un beso en la frente, una yema de un dedo tocando su mejilla y el llanto para reírse a carcajadas un día mas que se suma a los que tiene en la palma de su mano...todo sobre fondos que se auto-edifican entre líneas y entre planos...tiempo, espacio y forma. Ha resuelto que entender el dolor es permitirse una sensación de hundimiento pero no una caída, eso sería el final, un final tentador que pretende ignorar. Se reincorpora. Retira el dedo índice de su boca...intuye como, cuando y por que otros actúan para bien o para mal, todo aquello de la mano de un conocimiento que creo el modo, ella escogió el fondo...lo evidencia esgrimiendo fonemas.