Ahogada a pocos kilómetros...fallecía.
Corrí, un buen amigo me detuvo, no me sonrió, solo me abrazo, pronunció
palabras que sonaron como eternas coincidencias de dos almas atrapadas en este
mundo tan solo para todos. No planee mas, no lo intente de nuevo, me entregue a
los movimientos astrales, a las inmejorables actitudes imaginadas y de colores áuricos
temibles. Rondando "tu beso plasmado en mi labio
inferior"...rondando...el espacio entre nuestras células, inadvertido para
todos, congruente en cada espacio que habito, en el espacio en el que exploto
para no morir...solo la muerte es tan patética en estos casos.
domingo, 8 de julio de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)