¿Búsqueda?

Nadie me verá por dentro, tampoco podré verlos. Él puede hacerlo, se acordará?
sigo…
respuesta a lo que veo. Leo. Vivo. Siento.
sigo…
desafiar el modo opresivo y receloso, nunca funcionó.

Hay un momento de liberación tal vez más cerca. Como puedo no entenderlo… esta dentro, sin embargo la resistencia nos hace torpes, demostrar la privación…débiles, supuestamente audaces. Audaz… esa palabra es solo un icono de la moda, una trampa del encuentro social para mantener justo las apariencias, no otra cosa, nada más allá. Es solo una obstinación de la mente, una vivencia radical que nos envuelve en batallas sin sentido. Lo peor contra nosotros, contra nuestra integridad ni siquiera física…mística.

Subsiste la privacidad sin palabras… fluidez de las razones no solicitadas, ya sentidas, manifiestas en lapsos de hermoso silencio, de conversaciones con sentido, a solas o en compañía. Trivialidad espacial que nos permite observar sin escapar a la grandeza espiritual del otro, finalmente a la nuestra. Búsquedas.  

Dentro del círculo

División. El cielo vainilla se cae y aun así, esa percepción no interrumpe el hecho de que cada minuto sea una oportunidad de reconstruirlo como si fuera nuevo…de recuperar lo perdido?. División/ Unión. Pasó a la inversa y entonces se creó la división para despertar, para mirar hacia esos ojos que me miran por dentro, desde adentro. Nuestro sentido de la vida se encuentra postrado en las creencias propias e individualizadas, yace en una célula cuando ya la naturaleza nos ha hecho pluricelulares, infinitos… creamos, destruimos, creamos indefinidamente dentro de nuestra corta eternidad. Pensar en no perder nos limita a no creer en la magia del dolor, aquel que trae consigo la aceptación de la viabilidad de la perdida. El segundo respiro y la estupefacción sacan del conjunto de actos mágicos, la fortaleza que no estaba a la mano. Explotaré para verlo a los ojos y querer más de lo que ahora quiero ser fuerte. No es una odisea, es una línea argumental que en el transcurrir de los sucesos fuera de las letras se torna cargada y chispeante porque está viva, se mueve trazando respuestas en el aire, respuestas que no necesitan fonemas, tan solo la magia del dolor para emerger vivas, como lo están dentro de mí.