domingo, 30 de septiembre de 2007

Mantenerse


Sin mirar atrás, sin perpetrar en lo más hondo. Tomando la ruta. Fijando la mirada en el astro que todas las noches envuelve debilidades y devuelve fortalezas entregadas que desgastan el cuerpo, la mente y el alma. Gloriosa se posa cada noche como un regalo jamás solicitado, nunca entendido y siempre tan esplendoroso que poco aparenta su dolor más oscuro. Enloquece lógicamente el pensamiento dormido que me acompaña, lo abre en forma de signos sin que lo perciba nítidamente, sin que pueda imaginar vivir de sueños. Presiento que el proceso me hará despertar en ellos producto de las pesadillas: claves con un disfraz macabro nunca equivalente a su verdadera piel.