martes, 26 de junio de 2007

Entre las dos

Solo te lo diré a ti.

Se quedo imaginándola frente a la ventana, con su fragilidad de mujer y su sino hecho a la fuerza, que la proclama fuerte, que clase de fuerza puede ser esa sin embargo ella es fuerte... marcas de una dureza desconcertante cubren su cuerpo, aquel baúl que solo atesora el amor, nadie mas. La montaña se cubre de blanco. su corazón como el mío se pierde entre la maleza que quiere digerir para no pensar.

Intempestuosas...ella, yo.

Me siento tan densa, tan mutable, tan efímera...tan mujer, todo y nada...quedo yo y lo que sé, que no es mucho. Perdóname el atrevimiento de estas palabras hermosa. Eso sanara tu corazón y el mío también. Estamos hechas del mismo material. Es una paradoja pero es posible que así sea. Aunque haya escupido mil veces el nombre de quien me concedió este boleto sin regreso pero con un fin impreciso es posible ser libre, aquí, hasta el día de morir.